(c) Pilar R. Méndez. "La Mamma y yo" |
No te creas que fue para tejer con ellas. Jugaba a mosqueteros con mi hermana y solo teníamos una espada de plástico, que se adjudicó ella por el simple método de llegar antes que yo al cajón de los juguetes. Y claro, mosquetera sin espada es mosquetera muerta. Así que corrí por la casa buscando un arma con la que responder a los molestos ataques de una mocosa de cuatro añitos y una mala baba tremenda.
Tropecé con la cesta de la labor de mi abuela, y al ver sus agujas sobresalir de la misma agarré una de ellas y di un fuerte tirón para liberarla de su encierro, en plan Excalibur vaya. Recuerdo que grité algo del estilo de "¡Ajájá villana, me las vais a pagar!" Y no escuché a mi abuela que gritaba algo así como "¡Pilar, suelta eso consio!", pues mi abuela era una señora muy digna que nunca decía palabrotas, y cuando lo hacía las disfrazaba.
Y claro, me castigó sin ver tele y a poner todos los puntos de nuevo en las agujas porque saqué la labor de ellas..., y también porque amenacé a mi hermanita pequeña con un objeto punzante, aunque nunca supe cual de las dos fue la afrenta más grave. Ella se tomaba su labor muy en serio, y solo años más tarde supe porqué.
Pronto quise aprender a tejer, más que nada porque así tendría permiso para usar las agujas para otros menesteres con la excusa de tejer con ellas. Pronto me aburrí de querer pinchar a mi hermana y empecé a dedicarle más tiempo a las agujas, concretamente a hacer algo productivo con ellas. Esto cabreó notoriamente a la peque, que no podía creerse que prefiriera sentarme con la abuela a deshacer entuertos espada en mano.
Mi madre fue la encargada de enseñarme ganchillo, y si bien nunca me gustó tanto como tejer con el tiempo se ganó un lugar importante en mi corazón, y en mi cesta de las labores. A veces nos sentamos juntas a tejer y se parte de risa cuando le enseño el tamaño de las agujas que se fabrican ahora. Le encanta trabajar con la aguja de ganchillo de 15mm, y no se cree que la gente compre en tiendas las pelotas de tela con las que hacía traperas de niña. Me gusta poder compartir con ella estas cosas :)
15 comentarios:
mi abuela tejía pero nunca le preste atención, y ahora me arrepiento!
aprendi a tejer mas tarde...
Yo también aprendía a tejer con mi abuela, solo triangulitos hacía. Comenzaba con diez puntos y a las cuatro o cinco vueltas terminaba con quince. Así que tenía que deshacer y volver a empezar.
www.lanasurbano.com
:-)
Qué historia tan bonita!
En mi familia mis abuelas hacían ganchillo las dos, aunque nunca me interesó mucho. Una de ellas consiguió enseñarme un verano e hice algunas cositas, luego lo dejé pero ya de adulta todavía me acordaba de algunos puntos y me sirvió para re-aprender. Tengo otra tía que es una crack del encaje de bolillos y está deseando enseñarme, pero yo no quiero meterme en más fregaos!
Hola Pilar, curiosa historia. Si es que todas tenemos un pasado tejeril, jejeje. Mis recuerdos con las agujas y las lanas son muchos, desde mi abuela materna, hasta una tía de mi padre que me hacía ovillar cada vez que la visitaba, mi madre y desde hace diecisiete años mi suegra. Es un placer y un honor para mi continuar con la tradición y transmitirla a mis hijos. Un beso guapa.
Jejeje, me imagino la escena y me parto de la risa!!! Pobre yaya la tuya, la pobre mujer tejiendo y tú vas y la lias es un momento!!!. Espero poder enseñar a mis hijos a tejer cuando sean más mayorcillos, ahora mismo utilizarían las agujas para lo mismo que tú y tu hermana,jeje, para tener que acudir a urgencias!!.
Un abrazote guapa. ;-)
os imagino en acción!
a mi me enseño la mujer que cuidaba mi ama. En casa no lo he visto, mi amdre con la vista mal no hacia punto. y mi tia me enseño a tejer calcetines.
el ganchillo me lo enseño una amiga.
ahora me quiero adentrar en el mundo del hilado y quizas bolillos,..
con tiempo os contare...
besotes
Me encanta ésta história :)
Como me gusta tu historia... yo aprendi ganchillo y punto de mi madre y ella a su vez de la suya.
Ahora intento enseñar a la sobrina. Pero me pilla un pelin lejos.
¡Qué entrada más bonita! en mi casa nunca fueron mucho de tejer, mis primas algo hacían y aunque de pequeña me hubiera gustado aprender, no pasé de hacer un "cuadradito" a punto bobo que no sé por qué siempre terminaba cogiendo puntos de donde no era y me salía una especie de mini pañoleta...jejeje No volví a coger una agujas hasta que hace dos años una amiga se mudó a Bilbao y yo quise regalarle una bufanda y tras esa bufanda, que me supo a poco, empecé a curiosear por internet buscando tutoriales y patrones. Ayer empecé mis primeros calcetines,tenía las agujas y la lana desde hace un año, pero no me había atrevido hasta ayer...¡a ver cómo termina esta aventura!
Ahora que ando en tierras gallegas estoy por aprender a hacer encaje de bolillos jajajaja pero bueno, poco a poco, primero tengo que llenar de calcetines a mi familia estas navidades jajajaja
Me habría encantado que alguien "en persona" me enseñara a tejer, pero gracias a gente como tú y a muchos otros blogs no me he sentido sola en mi aprendizaje :)
Bonita historia :-)
A mí también me enseñó a tejer mi abuela. Tiene unas manos estupendas para las labores (ahora ya, por la vista no puede, pero me mira a mí jeje). Siempre ha hecho de todo: ganchillo, punto, costura, punto de cruz...
De pequeña siempre iba vestida por ella y todo a conjunto :-D
Bonita historia!
Yo nunca aprendí a tejer :(
Me encantan tus cositas, sobre todo esas manoplas rojas, son geniales!!
A partir de ahora te seguiré de cerca, un abrazo!
http://www.facebook.com/Fieltr0piezos
Hola Pilar! me encanta saber un poco más de tí! Todas llegamos al tejido por diferentes caminos!
Yo soy pésima con el ganchillo!! pero creo que se debe a que de niña solo hacía con el vestiditos crochet para mis muñecas Barbie! fuí una empírica y nunca puede aprender!
En fin, si alguien me hubiera dicho que tenía una esperanza de aprender a tejer en dos agujas a los 10 años jamás lo hubiera creído.
Un abrazo desde Costa Rica!
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