Ayer tuve una tarde relativamente tranquila en el trabajo, hasta tuve tiempo de tejer un par de vueltas de un experimento que tengo entre manos. Eso fue hasta que llegó un islandés de dos metros y 150kg que se me paró delante del mostrador, basculando sobre la planta del pie como un péndulo, y muy educadamente se dirigió a mí en un mas que correcto español.
Mr Olufssen: Buenas tardes seniora, io soy muuuuuy boracho, y no encuentro mi jafitacion. Puede usted llevar a mi, pofapor?
Yo: Como no, acompáñeme si es tan amable. Es por aquí.
MrO: Muschas gracias seniora, muschas muschas......gracias.
Y: No hay de que, hasta luego :)
Y ahí lo dejé después de abrirle la puerta, porque el buen señor no atinaba con la llave.
Y esto es lo que estuve haciendo durante toooda esa tarde, porque el buen señor decidió volver a bajar a por una cañita, y perderse por el camino, unas seis u ocho veces. Sabía bajar, sabía llegar al bar, pero no sabía volver a subir. Eso si, pedía las cosas con una educación exquisita para ser tan grande y estar taaan borracho. Desconozco si consiguió llegar al aeropuerto, o a su vuelo, o a su país de origen. Quien sabe, igual se vuelve a dejar caer por aquí. Porque llegar a la recepción del hotel sabe. Estaré atenta :)
12 comentarios:
Jajaja! Es que las recepciones de hotel son un punto.
Tengo una cuñada que estuvo 11 años trabajando en una y nos cuenta anécdotas graciosísimas...
Lo que me estoy riendo con la tuya... jajajja!
jajajajajaja! ya se que hacer si me encuentro en ese predicamento: dirigirme a la recepcion de un hotel ;)
Jajaja, a saber por qué volvía tantas veces a la recepción . . . Una schiiica tan wuapa como tú ;-) Es mi teoría, y si es así, no es imposible que pierda el vuelo, jeje. Menos mal que era educado.
ajjajajjaj lo que no pase en ese hotel...
Haberle dado una hebrita de lana para que se guiara con ella...te habria ahorrado viajes pa'rriba y pa'bajo. Con decirle que siquiera la hebra...lo que no te pase a ti !!!
O unos cacahuetes en filita desde el bar hasta su habitación... tipo la casita de chocolate... ;))
Endeluego... hay cosas que no entran en el sueldo, bueno, si el hombre era educado, jejeje
mujer, el olor a alcohol le indicaba el camino al bar, pero el de vuelta... es otra cosa. ;)
Criatura, menos mal que por lo menos podía andar solo, jajaja. Las recepciones son todo un mundo de luz y color -oh, sí, yo también lo he vivido...
Eres muy paciente, yo no :D claro, imagino que ayudó la cortesía del señor :D
Siendo taaaaan educado es difícil decirle un par de cositas al buen señor... :))
Estas historias breves y graciosas,no las pierdas.Guárdalas y algún dia puedes hacer un libro que nos encantará tener.Son una delicia
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